Cerebro Y Conducta Bryan Kolb.pdf ^HOT^
La epigenética explica el modo en que nuestras conductas cambian nuestro cerebro. Introdujimos principios genéticos y epigenéticos básicos en la Sección 2.3, y destacamos ambos factores en todo el texto para reflejar el énfasis cada vez mayor en la epigenética como factor de la organización cerebral.
Cerebro Y Conducta Bryan Kolb.pdf
Download File: https://www.google.com/url?q=https%3A%2F%2Fvittuv.com%2F2u4145&sa=D&sntz=1&usg=AOvVaw3PI14OAe6JppfuydlpInUr
La neuropsicología como ciencia contemporánea y relativamente nueva emerge frente a las dificultades que otras disciplinas de las ciencias de la salud encuentran para el diagnóstico y tratamiento de trastornos conductales producidos por afecciones o disfunciones cerebrales. Esta disciplina científica, que nosotros consideramos además un arte y una técnica, se ha basado en los conocimientos que le brindan y le han brindado: a) la neurobiología en cuanto función estructura y sistematización del SNC. b) la neurología que estudia el cuadro clínico, diagnóstico, fisiopatología y tratamiento de las enfermedades que afectan el sistema nervioso humano. c) la neurocirugía que se encarga de la implementación de técnicas precisas de intervención en aquellos casos en la que es necesario, real o potencialmente un manejo quirúrgico. d) del diagnóstico por neuroimágenes que permite con precisión y alta definición la anatomía y fisiología del cerebro y por ende la correlación entre lesión y conducta e) de la lingüística para el estudio y tratamiento de las dificultades del lenguaje. f) de la psicología y de la psicología cognitiva y g) de la neuropsiquiatría. Kolb y Whishaw la definieron como el estudio de la relación entre la función cerebral y el comportamiento cuyo enfoque central es el desarrollo de la ciencia del comportamiento humano basado en la función cerebral. Es el estudio de las formas en que los procesos mentales y psicológicos pueden alterarse en caso de daño o disfunción cerebral. También puede definirse como el estudio de la organización de la actividad psicológica a nivel del Sistema Nervioso Central, siendo su objeto de estudio los fenómenos psicológicos del ser humano: orientación, atención, memoria, percepción, pensamiento, praxias, procesos cognoscitivos, afecto. La población generalmente estudiada por los neuropsicólogos clásicos está formada por pacientes con daño cerebral, con déficit cognoscitivos asociados a trastornos del desarrollo y a trastornos por envejecimiento normal o patológico.Finalizando la primer mitad del siglo XX la neuropsicología recibe las contribuciones de las corrientes cognitivistas que marcan a la psicología norteamericana y trata de explicar el funcionamiento del cerebro partiendo de una teoría computacional de los procesos cognitivos (Lashley, K). El centro de esta corriente es encontrar la vinculación entre el modo de tratamiento de la información por el cerebro humano y su correlación con la lógica de las computadoras. Se la puede definir como la ciencia que estudia los substratos neurales de las funciones cognitivas (memoria, lenguaje, conciencia, etc.), partiendo del estudio de daños cerebrales en personas o animales.Los avances metodológicos de la psicología cognitiva permiten una mejor valoración de los daños de los pacientes y la posibilidad de observación de la actividad cerebral durante las actividades cognitivas a partir de estudios complementarios.
Si bien los primeros movimientos se limitaron a la identificación de las lesiones, hoy en día la neuropsicología es la ciencia que puede proponer estrategias de abordaje en los tres niveles de prevención y esto se ha comprobado especialmente en los trabajos de estimulación temprana. La Neuropsicología además de la utilización de instrumentos de evaluación y exploración que permite acercarse al diagnóstico y determinar si es lesión o disfunción, localizada o difusa, estática o evolutiva, nos dice acerca de la relación del procesamiento de la información con las funciones cerebrales y la conducta. La sistematización de lo cortical se expresa en la organización de la persona y el orden que supone trasciende el plano de lo biótico ya que en las primeras transacciones emocionales, la relación madre-hijo, constituyente de la urdimbre afectiva (Rof Carballo 1961), se va modelando a partir del sistema límbico, que a su vez se va construyendo asimismo (en sentido anátomo-funcional) a lo largo de la vida, de acuerdo con las sucesivas integraciones emocionales en que va participando (Barraquer Bordas L., 1995). Ya lo definía Henri Ey (1976) cuando nos decía que: El cerebro no puede ser considerado solamente como una superposición de centros anatómicos en los que el superior mandaría sobre todos los inferiores. Si esto fuera en efecto así, el highest level no sería, en sí mismo, más que un centro reflejo de control, solamente que más elevado o complicado y, en útimo análisis, el carácter psíquico de este centro anatómico parecería contradictorio por su materialidad espacial con su naturaleza psíquica... En realidad el psiquismo y lo nervioso, y los niveles más elevados, si dependen de las estructuras cerebrales, no están encerrados en ellas, sino, por lo contrario, abiertos. Así es como el highest level, constituido por el córtex, depende de sus infraestructuras y lejos de tener su sede en tal o cual parte de la corteza, representa la elaboración dinámica de ésta, indefinidamente abierta fuera de sus condiciones espaciales .En los albores del Siglo XXI, esta ciencia de las relaciones del cerebro con la cognición intenta superar sus propios atascamientos y comprender que se trata de una ciencia que mira al hombre como un todo. Esto aparece claro ante la presencia del daño propiamente dicho, del retardo madurativo o de la disfunción.Cada persona se deteriora según ha vivido (Ramón y Cajal) esto nos señala que en cada existencia la condición de enfermar le pertenece a ese hombre como un acontecimiento biográfico dotado de sentido (Barraquer Bordas, 1995).La existencia humana es única e irrepetible y como única debe ser abordada desde el cuerpo vital como experiencia, desde el orden que le imprime su temporalidad y desde las expresiones de sus comunicaciones normológicas.
El hombre cuando nace encuentra un mundo organizado con normas sociales y un recorrido histórico en tanto hechos científicos, artísticos y técnicos. Esa apropiación de la realidad, que condiciona el SNC y la estructuración psíquica a partir de las primeras relaciones afectivas, deben complementarse con lo que otros hombres durante la historia de la humanidad han construido. Esta visión sociohistórica coloca al hombre como necesario para el hombre. La presencia del otro es lo que permite que manifestaciones humanas simbólicas como el pensamiento y el lenguaje sean mediadores fundamentales en la comunicación. Es en esta comunicación mediada por el lenguaje que se sistematizan las relaciones sociales, otorgándole la lógica que en visión integradora componen neuropsicología. Pero que nos permite desde lo cerebral transitar esferas estimativas que ordenen nuestra existencia y permitan organizarnos como personas en un mundo social? Qué nos posibilita singulares tonalidades a nuestra existencia?Desde la profundidad de los hemisferios cerebrales, la colección de áreas interconectadas que incluyen varias regiones subcorticales constituye el límite, la salida hacia. Lo límbico (límbico significa límite) y sus conexiones en intrincados recorridos abren posibles y estimativos comportamientos dando un ordenamiento a lo humano y desplegándose de lo comunitario hacia lo social. Estructuras hipocámpicas y amigdalinas función, estructura y sistema en lo límbico - con sus conexiones corticales y subcorticales, a modo de mostrar funciones primarias, nos advierten de cómo serán luego las estructuras psíquicas y la organización sociopersonalitaria. La estructuración temporal de la conducta se nutre en estas profundidades, es el que y aquí de un para qué y ahora, al que se le otorga sentido en tanto siendo humano en libertad, y significación en el así y porqué de su ser.Las conexiones corticales- prefrontales y frontales - están ahí permitiendo que la conciencia de sí mismo, abarque a los demás en este ir siendo con otros, sabiendo acerca de sí, y orientándose hacia planos de significación social.Ya Paul Mac Lean en 1970 desarrolló un modelo neural sobre la emoción, basándose en el estudio de las lesiones límbicas en animales, en humanos y en la evolución del encéfalo en los vertebrados. Para este autor, el encéfalo humano puede considerarse como un sistema de tres capas y cada una de ellas marca un significativo avance en la evolución. La capa más antigua y profunda representa nuestra herencia encefálica reptiliana y aparece en la organización que forman parte de un repertorio limitado, incluyendo acciones que han de realizarse para sobrevivir, como respirar y comer. Estas funciones pueden describirse como mantenimiento de rutina. Con el tiempo se desarrollo otra capa sobre el núcleo reptiliano, este sistema de dos capas se observa en algunos mamíferos inferiores. Mac Lean considera que esta capa adicional se encarga de la conservación de la especie y del hombre e incluye el aparato neural que media emociones, alimentación, escape y evitación del dolor, lucha y búsqueda del placer, las estructuras relevantes de esta capa corresponden a lo límbico. Con una mayor progresión de la evolución aparece una tercera y última capa. Esta capa supone la considerable elaboración de la corteza cerebral y proporciona el sustrato para el pensamiento racional. El hecho de que lo límbico intervenga tanto en la memoria como en la vida instintivo emocional, nos acerca no sólo a la descripción y conocimiento de comportamientos y conductas, sino también a la comprensión de cuestiones neuropsicológicas. Un recuerdo siempre está bañado de sentido y adquiere significación en la persona en tanto y en cuanto nos dice acerca de su historicidad como siendo en el mundo con otros.Pero no alcanza mencionar lo límbico y lo cortical para referimos al hombre, ya que si bien, como lo señala Mac Lean, son constitutivos de la evolución humana, ellos como función sólo entretejen el tramado corporal de la existencia.La neuropsicología no está solamente al servicio de un cerebro que pueda inteligir, sino de un hombre en pleno ejercicio de su vocación existenciaria. De nada sirve ocuparnos de un cuerpo y de una mente, si ese siendo humano no puede preguntarse por el para qué de su existencia, aunque a veces sólo podemos cuidar cuerpos enfermos porque han quedado sin la posibilidad de existencias plenas y libres. Lo fáctico corporal desintegrado sumerge al hombre en la oscuridad del disvalor. Pensemos a manera de ejemplo que frente al cuerpo dañado por las desconexiones que pueden producirse por lesiones a nivel del cuerpo calloso, lo primero que se nos aparece como realidad es la pérdida de sentido existencial en la que ese hombre cae.Ya hemos dicho en otros escritos y presentaciones, pero vale reiterar para afirmar y confirmar que como profesionales de la salud nos tuteamos permanentemente con el dolor humano, con un dolor corporal, con un dolor sentiente, psíquico y un dolor social. Es nuestra tarea implementar estrategias, a partir de lo fáctico que se presenta en cada hombre para que el otro encuentre en este ahora temporalizado, horizontes cargados de sentido e imágenes, que contacten lo vital con la existencia y ésta, con lo personal societario; de un ser con otros, a partir de un estar con otros y un existir con otros.Es en este siendo con el otro que mi existencia también cobra sentido como yo actuante, valorante y cognoscente. En el humano como siendo biopsicosocial, su desarrollo y enfermar no son más que su hoy en relación con su historia y su proyecto.